Cómo hacer las cosas mal: Nokia

Muchos éramos los incondicionales de Nokia hasta hace un par de años. Se trataba de una época en la que con cada nuevo móvil aparecía un sistema operativo propietario y minoritario, eliminando cualquier posibilidad de un ecosistema sano de aplicaciones, en el que sólo sobrevivían aplicaciones con muy mala integración, muy lentas y, en definitiva, utilizando la versión J2ME de java.

Pero había un fabricante, Nokia, que mantenía un sistema operativo en todos sus móviles de gama alta (y luego media) llamado Symbian, con librerías y aplicaciones nativas, con móviles de gran calidad (cosa que conserva a día de hoy), y que debido a esto merecía su posición líder en el sector.

Pasó el tiempo y Nokia, ahorrando más de lo debido en cuanto a innovación y diseño de su software, fue eclipsada por unos recién llegados, con las ideas mucho más claras en cuanto a diseño, para quienes el hardware era secundario frente al software. Y perdió el tren.

Nokia tuvo su oportunidad con Maemo, su única apuesta razonable hasta día de hoy. Se trataba de un sistema operativo abierto basado en linux (lo que implica un buen diseño, aunque no necesariamente óptimo), pero cuando se es un dinosaurio miope se toman decisiones estúpidas.

En plena explosión de los móviles smartphones para esos amantes del anglosajón, Nokia, al borde del colapso, intentó lo suyo con las interfaces táctiles, demostrando una vez más el nivel de obsolescencia de sus diseñadores y su incapacidad ya no sólo de innovar, sino de tan siquiera acercarse a la competencia. Tras varios intentos, se dieron por vencidos.

Podrían haber contratado nuevos ingenieros con buenas idea o haber absorbido alguna pequeña empresa con medio trabajo hecho, pero cuando un grupo de finlandeses se proponen algo, en este caso hacer las cosas mal, ni caer por un fiordo les frena.

Su genial idea se cristalizó este año cuando Nokia anunció su ingenioso plan para frenar su debacle en ventas (y en bolsa): establecía una alianza estratégica con otro especialista en hacer las cosas mal, en cosechar fracasos en el sector y aún más cerrados a la innovación que ellos mismos. Su miopía provocó el enésimo bajón en bolsa, pero el acuerdo era firme.

Concretando, dejando la bilis a un lado y lejos de análisis técnicos¹, lo resumiré en imágenes.

Nokia ha pasado de este aceptable diseño de complicado desempeño:

A esta terrible interfaz, que aunque resulte más sencilla, esconde sistema operativo irremediablemente peor:

Creyendo, en su miope incapacidad para mantener un pulso con el sector, que pueden competir con:

Llevan un año anunciando la inclusión de un software, que nació deforme y enfermo desfasado, y antes de dichos terminales lleguen al mercado sus competidores ya han sacado varias actualizaciones y cientos de móviles y tablets, decenas de ellos mejores que cualquier cosa que Nokia pueda sacar al mercado a corto y medio plazo, ya que su novedoso software obliga a limitar lo único en lo que podrían ganar: su hardware.

Resumiendo, Nokia: la estupidez hecha empresa.

Edito 2011.11.15: acabo de ver de ver el informe Gartner sobre el estado del sector comparando los porcentajes de venta en los terceros trimestres de 2010 y 2011: Android ha pasado del 25.3 a un 52.5, Symbian de 36.3 a 16.9 y Microsoft² ha pasado de 2.7 a un 1.7. Y es que los datos son los que son:

1. Puntualizo que Symbian es un sistema operativo mucho más eficiente en Android a tenor de un diseño mas simple y aplicaciones ejecutándose nativamente, no interpretadas, lo que redunda en un desempeño muy superior a la hora de confeccionar juegos y aplicaciones multimedia.
2. Sí, lo sé, he estado evitando nombrarlo en todo el artículo, pero en la edición no había forma de esquivarlo.

Créditos:

• La imagen de Symbian Belle está sacada de conversations.nokia.com, la imagen del centro de moviltoday.com y la de Android Ice Cream Sandwich no he ubicado la fuente original, pero los derechos son de Google seguro.
• La tabla de la edición está sacada del estudio de Gartner.