Lejos de debates absurdos sobre el tamaño de la pantalla o del teclado, y sus posibles problemas de ergonomía, cuando desde hace años existen dispositivos mucho más reducidos, que permiten hablar con gente a distancia y sin cables, y reciben el nombre de teléfonos móviles.
Mucho ha cambiado desde que los netbooks, ultraportátiles o microportátiles irrumpieron el mercado hace año y medio, alentados por el Atom de Intel. Ciertamente podrían haber optado por un procesador ARM que con mucho menos consumo consigue mejores resultados, pero claro, ciertos usuarios ignorantes no podrían comprender porqué ciertos programas estúpidos no funcionan en su cacharro recién comprado.
Intel Atom es lento, muy lento, excesivamente lento. Y por limitaciones impuestas por Intel, sólo puede emparejarse con chips gráficos muy antiguos, al menos hasta que Nvidia sacó al mercado su propia placa base integrada para Atom, la Nvidia ION.
Pero, ¿de verdad necesitáis un portátil de 5,6 o 9 pulgadas con la potencia de una tostadora? Volved a leer la pregunta. Hacedlo otra vez. ¿Y porqué en vez de uno de 9 pulgadas os hacéis con un portátil de 10 u 11 pulgadas?
Si atendemos al precio, mirando concienzudamente las especificaciones de un netbook y un subnotebook, nos damos cuenta de que el precio es muy similar, teniendo en cuenta que el netbook usará Atom y el subnotebook un procesador irremediablemente mejor, al igual que sucederá con sus chips gráficos, y su cantidad de memoria RAM.
A todo esto hay que sumar que, aunque al principio era relativamente fácil encontrar un netbook con Linux, normalmente de la más baja gama, a raíz del lanzamiento de Hasefroch-Vista-pero-con-la-barra-más-grande, y por presiones de Hasecorp, han ido desapareciendo hasta su extinción. De modo que ya solo queda comprarlo, pagar el impuesto, y luego pedir que te lo devuelvan. Cuando dadas las limitaciones de estos equipos, tanto por el hardward, como por la necesidad de adaptar la interfaz, Linux es especialmente adecuado para ellos, con el aliciente de la mejorada conectividad y el no necesitar miles de "soluciones de seguridad" que gasten recursos innecesarios para paliar fallos del diseño.
Mi opinión: si encontráis un netbook con Nvidia ION, y un Atom N330 a buen precio, pues avisad, pero de lo contrario siempre optad por el subnotebook, con un AMD Athlon, Athlon Neo o Sempron, o incluso Intel Celeron, y siempre siempre comprobad que no tenga un Intel Poulsbo (GMA 500) como chip gráfico: son un despropósito, no son realmente de Intel, y ni ellos ni su fabricante real les dan soporte.
Edito 25.02.2010: Vía menéame me entero de que Apemit ha ido recopilando los fabricantes que permiten devolver el impuesto Windows.
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