¿Phishing? Ni falta que hace

Advertencia: Este post no es más que una pataleta infantil de nulo interés. No llaméis a la Buaaaaambulancia, ya viene de camino.

Me he hartado de mi banco, como si ya fuera poco complicado el tener un trabajo, ahora les ha dado a estos señores muchimillonarios de la Banca March por cobrarme por todo todo: me está cosiendo a comisiones, después de prometerme que no lo harían, después supuestamente haberlo "arreglado" hace unos meses, lo vuelven a hacer, y la única solución es cambiar de banco, obviamente.

Y he ido raudo y veloz a la de ING Direct, que seguramente algún idiota habrá hecho con el Frontpeich, creyendo, iluso de mí, que me podría crear una cuenta allí. Pero el Mundo Real® nunca deja de sorprenderme: la web falla más que una escopeta de feria, me lleva a lugares a donde no debería llevarme, oculta botones necesarios y muestra errores de código. Vamos, una joya.

Sus señores programadores tienen en su buen haber el escoger la peor de las tecnologías posibles, ASP, plagada de errores irresolubles, ademán de tortuoso diseño. Siendo una corporación que factura miles de millones de euros, ¿qué te cuesta contratar un profesional? Aunque sólo sea uno, que verifique que tu sitio web no sea tan horrible.

(¿Una clave con 5 dígitos para elegir? ¡No me jodas!)

Al final resultó que, aunque fallase el proceso, han registrado mis datos, y he podido cambiar la contraseña, acceder a la gestión online, y descubrir las opiniones de quienes han sufrido este banco. Y no me dan ninguna confianza. Dicen que no hay forma de darse de baja, y aunque yo no he firmado nada, se hartarán a enviarme correos ordinarios para pedirme la firma y la cuenta corriente de la que van a traspasar los recibos. Total, mientras no me cobren, que envíen todo el papel que quieran.

Miro la competencia:

  • Para iBanesto, los que cobran menos de 800 euros no son personas, ni tienen nómina, no es problema para mí, pero esto deja muy claro cual es su actitud.
  • Los del Santander no dejan las cosas demasiado claras, pero parece que me coserán a comisiones en cuanto me quede otra vez sin trabajo. Cosa inevitable en estos tiempos.

Que se le va a hacer, Spain is different.

Al final, me voy a un banco endémico de mi provincia, que me prometen el oro y el moro, hasta que deje de ser menor de 26 años. Al final Conxurita siempre acaba teniendo la razón.

Fin de la pataleta.

2 comentarios:

  1. Si es que al final uno se da cuenta que no hay opción mejor, todo es una engañifa como tu dirías.

    Ponte en un banco que tenga cajeros en todas las esquinas de donde vives y tenga una cuenta joven decente. A fin de cuentas, sabes que el tiempo que vas a ser "joven", pero no el tiempo que te va a durar el trabajo.

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  2. Y es que hay gente que cree que comentar en el blog es su obligación.

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